Si has adoptado a un perro adulto puede que los primeros días haga sus necesidades dentro de casa o tenga problemas para adaptarse a los paseos. Es normal, debe adaptarse a una casa nueva, unos horarios y rutinas que tu debes marcar y ayudarle a seguir. Debes tener en cuenta que si eres dueño de un perro adulto y ha estado contigo desde cachorro, si no hace sus necesidades donde debe tal vez no sea debido a una falta de aprendizaje, sino a un problema de salud o de conducta. Es mucho más fácil enseñar a un cachorro como ha de actuar que a un adulto. Pero con constancia y paciencia todo es posible.
Además a los perros tampoco les gusta hacer sus necesidades cerca de donde duerme o come. Con unos hábitos de vida saludables ambos viviran más felices.
Técnicas para enseñar a un perro adulto a orinar en la calle
1. Elabora una zona de emergencia en casa
Es importante que, una vez identificado el lugar preferido de tu perro para orinar, lo cubras con papeles de periódico, empapadores e incluso con un pedazo de hierba artificial. Nunca debes permitir que orine en el mismo suelo de casa. Este truco nos ayudará a poder desplazar la conducta al exterior.
2. Crea una rutina fija de salidas
Es muy importante elaborar un calendario con las horas de salida del perro. Aunque para nosotros sea complicado de detectar, los perros saben perfectamente a qué hora solemos llegar o cuándo les ponemos de comer. Además, las rutinas mejoran el bienestar del perro, fundamental en este caso.
Puedes empezar con muchos paseos frecuentes, por ejemplo, entre 4 y 6 al día. Poco a poco reducirás esta cifra. No olvides que deben hacerse todos en el mismo horario, para ayudar al perro a entender que tiene una rutina marcada en la que puede aprovechar para orinar.
Durante el paseo espera a que orine y, una vez termine, felicítalo con palabras amables e incluso con una golosina. Permítele tener un paseo largo y tranquilo, en el que pueda olfatear de forma relajada todos los estímulos que encuentre. Recuerda además, que debes evitar marcharte a casa una vez orine, ya que sino puedes estar asociando orinar con el fin del paseo. Reforzaremos de forma positiva al perro cada vez que orine en un árbol, en el césped o en un lugar apropiado para ello.
3. Anticípate y supervisa
Es fundamental que durante este proceso te anticipes siempre que sospeches que tu perro tiene ganas de orinar. Generalmente suele ser por la mañana, después de comer o justo después de realizar una actividad física intensa. Aprovecha estos momentos para salir rápido a la calle y poder premiarle.
Así mismo, intenta supervisar siempre a tu perro, limitando las zonas del hogar a las que pueda acceder (al menos mientras esté aprendiendo a orinar). Seguiremos facilitando el acceso al exterior cada 2 o 3 horas, hasta que observemos que los orines en casa disminuyen.
Puede ser muy útil elaborar un "diario de micción" del perro, en el que controlemos la frecuencia de orines al día. De esta forma, sabremos si el proceso está funcionando o no.
4. Evita regañar a tu perro
En ocasiones, cuando se ha reprendido mucho a un perro por defecar u orinarse en casa, puede asociar este acto de forma errónea. Entiende que no debe defecar con su dueño delante y evita hacerlo en los paseos. Aguanta hasta llegar a casa o al jardín y se esconde para hacerlo e incluso pueden llegar a comerse las heces, algo muy desagradable. Por este motivo nunca debes gritarle ni enfadarte cuando haga sus necesidades en casa. Límpialo inmediatamente e ignora ese error.
Además, regañar a un perro le genera estrés y malestar, provocando que el aprendizaje sea más dificultoso. Es mejor que le animes y felicites cada vez que haga sus necesidades fuera de casa. Los primeros paseos cuando un perro adulto llega a casa son muy importantes. Recuerda que el refuerzo positivo es esencial. Puedes premiarlo las primeras veces que haga sus necesidades en el paseo. Cuando ya lo haga sin problemas elimina las recompensas.
0 comentarios:
Publicar un comentario