Aunque la preocupación por el bienestar de nuestros perros siempre ha sido un tema trascendental para cualquier dueño, las tendencias muestran que ha sido en estos últimos años cuando ha habido una toma de consciencia clara acerca de la importancia del buen descanso de los perros.
Lejos de ser un objeto de lujo, las camas, para los perros, son una necesidad igual que lo son para nosotros. Obviamente nuestros perros pueden dormir en el suelo o en nuestras propias camas o sofás, y lo hacen sin quejarse. No obstante, nuestro perro, sin duda, agradecerá disponer de una cama para sí mismo.
Son muchos los beneficios que aportan tanto para su salud como para sus dueños:
- Provee al perro de sensación de seguridad. Es importante encontrar un espacio acogedor para el perro y mantenerlo en la misma situación para que siempre sepa que es su propio rincón. Merece la pena recordar que los ancestros de los perros eran salvajes y territoriales, por lo que aprecian un lugar que puedan reclamar como suyo.
- Comodidad y confort. Dada la oportunidad de dormir en el suelo o en una cama suave, la mayoría de nuestras mascotas escogerían tener una cama que lo amortigüe y lo aísle del desapacible suelo.
- Protege a tu casa y a tu familia. Si tu perro tiene su propia cama, conseguirás que los pelos y la suciedad que genera, se mantengan al margen de tus muebles o de tu cama. Factor especialmente importante si se da el caso que algún familiar tenga alergia.
- Los perros duermen aproximadamente 12 horas al día, hecho que supone que pasen media vida descansando. Obviamente tener un lugar donde hacerlo confortablemente marca la diferencia en el desarrollo del cuerpo y del carácter del animal. Dormir en una cama le da al cuerpo la posibilidad de recuperarse y rejuvenecerse con más facilidad, y, a la mente, la de soñar y descansar.
Una cama de perro estándar debe estar ligeramente elevada por encima del suelo, debe proporcionar cierto calor y resguardo, y debe permitir que el animal pueda apoyar sus articulaciones. Para los perros más viejos, existen las camas ortopédicas, especialmente diseñadas para combatir los problemas de cadera o los dolores en las articulaciones. También son extraordinariamente indicadas para los perros que hayan pasado recientemente por cirugía.
Elegir cuál es la mejor cama para nuestro perro es extremadamente importante. Se debe tener en cuenta las proporciones generales del perro -que varían según la raza- y la premisa de la que debemos partir es la de intentar mimetizar su hábitat natural, así conseguiremos su máximo confort.
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